¿QUÉ ES Y QUÉ PRETENDE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL PUEBLO Y LOS TRABAJADORES?
LA OPT NACE DE LA LUCHA DEL SME
El 27 y 28 de agosto de este año nació la Organización política del Pueblo y los Trabajadores (OPT), respondiendo al llamado de los electricistas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para crear una fuerza política nacional que luche por la liberación del país y la emancipación de todos los sectores sociales explotados, oprimidos y marginados de nuestro país.
A ese llamado acudimos sindicalistas y activistas sociales, organizaciones sociales que luchan por los derechos democráticos y ambientalistas que combaten la devastación capitalista de la naturaleza, grupos que pugnan por la liberación nacional y formaciones políticas que luchan por un socialismo democrático, feminista y ecologista.
Todos los que confluimos en la OPT estamos convencidos de que el capitalismo y el neoliberalismo han llevado al país a una catástrofe económica, política, social, ecológica, cultural. Todos los que participamos en la OPT pensamos que México necesita un cambio radical para tener un gobierno del pueblo, un régimen democrático y un sistema social sin explotación ni exclusiones.
UN MÉXICO DESIGUAL Y EMPOBRECIDO
Sin embargo, México es, hoy en día, el país más desigual del mundo, con una pobreza que alcanza ya a casi el 80% de la población, mientras un puñado de oligarcas mexicanos sale en las listas de los hombres más ricos del mundo.
Esa “hazaña” se logró gracias a un Estado capitalista y neoliberal, al servicio de los empresarios, que impulsó una drástica reducción de la inversión pública en los apoyos en alimentación, producción agrícola, vivienda, salud, educación, así como la caída abismal de los salarios (hasta un 82% en los últimos años), un desempleo que se volvió estructural y el abandono del campo, que generó más desempleo y migración así como la pérdida de la soberanía alimentaria, pues no producimos granos, carnes, leche, etc., suficientes para que los mexicanos coman, de modo que debemos importar alimentos básicos del extranjero (de Estados Unidos), a precios cada vez más altos. Desempleo, salarios raquíticos, alimentos caros y escasos significan la expansión en el país no sólo de la miseria material sino del hambre y de la desnutrición.
Los que han tenido la fortuna de conservar sus empleos viven una incesante sobrexplotación del trabajo, tanto extensiva (con jornadas más largas) como intensivamente (exigiendo mayor productividad en menos tiempo), padeciendo salarios insuficientes para mantener a una familia, así como la generalización del trabajo precario: sin prestaciones o derechos laborales. Esos son los saldos del desarrollo del capitalismo y del neoliberalismo en México entre el pueblo y los trabajadores de la nación.
Todo ello se puede resumir del modo siguiente: de 1982 a 2009 el número de pobres pasó de 32 millones a 60 millones: con 30 años de neoliberalismo su fracaso más contundente es que la pobreza se duplicó.
UN MÉXICO SIN DEMOCRACIA Y ESTADO DE DERECHO
Políticamente, seguimos dominados por una falsa “democracia” que sólo encubre la Dictadura del Capital, principalmente extranjero, que a través de instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional nos despoja, de cada peso del gobierno federal, 87 centavos para el pago de intereses de la Deuda Externa (que, según algunos cálculos, ya hemos pagado ocho veces), mientras nos dicta las políticas económicas que se deben cumplir (limitar el presupuesto social, imponer topes salariales, no invertir en la educación, etc.).
Actualmente padecemos de un Poder Ejecutivo al que se accedió por un manifiesto y documentado fraude electoral, para mantener las políticas neoliberales, que niegan los derechos sociales consagrados en la Constitución; este Poder Ejecutivo espurio, intentando adquirir legitimidad, sumergió al país en una “guerra” contra el crimen organizado de más de 50 mil muertos, levantando un Estado policiaco, que no respeta los derechos humanos, que es el preámbulo para un abierto y dictatorial Estado de excepción, que limita los derechos políticos.
Por su parte, el Poder Legislativo, dominado por el PRI y el PAN, sigue subordinado al Ejecutivo (al gobierno) y ha demostrado ser incapaz de representar los intereses mayoritarios del pueblo y los trabajadores. De hecho, los partidos actuales (incluido el PRD) están dominados por burocracias más preocupadas por mantener sus privilegios que por servir al pueblo, acordando con los oligarcas los destinos de la nación.
Del Poder Judicial sólo podemos decir que se ha colapsado: en México los jueces y policías sirven a los gobernantes o al dinero. Como cada día lo constatamos más, en nuestro país no hay sistema de justicia, es decir: no existe Estado de Derecho.
Cultural y educativamente, vivimos otro desastre. Los recortes al presupuesto educativo ha condenado a que un creciente número de niños y jóvenes mexicanos a no estudiar ni trabajar. Por si fuera poco, con las últimas medidas educativas del PAN la educación pública es otra catástrofe. La educación básica se ha empobrecido alarmantemente (pues se limita a preparar para que pasen el examen Enlace); en el nivel educativo medio y medio superior se reduce la educación a la mera capacitación técnica, mientras se restringe cada vez más el acceso a la educación superior. Este vacío educativo y cultural es profundizado por las estupideces y mentiras que día a día, de la noche a la mañana, difunden la gran mayoría de los medios de comunicación masiva.
¿QUÉ HACER?
-Unirse y organizarse. Pero ya no basta la organización sindical o local; no es suficiente con movilizarse por demandas particulares. Necesitamos una ORGANIZACIÓN POLÍTICA, con un programa de lucha que nazca del pueblo y los trabajadores, con un Proyecto de transformación nacional.
-Se necesita una ORGANIZACIÓN POLÍTICA que una al pueblo y a los trabajadores para generar un poder colectivo y democrático que le dispute a los empresarios y políticos a su servicio el poder político, el gobierno, el Estado. Porque sólo desde él será posible impulsar los cambios que requieren el pueblo y los trabajadores, que somos la mayoría.
-Esa ORGANIZACIÓN POLÍTICA debe estar ligada al PUEBLO porque es éste el que ha vivido la pobreza, la explotación, la marginación que necesariamente produce el capitalismo; porque en éste, en el PUEBLO, reside la soberanía de la nación. Porque no podremos ser una verdadera nación libre y soberana sin que el PUEBLO se organice y luche.
-Una ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL PUEBLO necesita sustentarse en una clase social negada por el capitalismo: la de los trabajadores, la de los que producen toda la riqueza material, que se les es arrebatada. Porque los trabajadores luchan contra el capitalismo desde que éste existe; porque sus intereses históricos son anti-capitalistas y socialistas. Porque sólo si los trabajadores se unen pueden romper las cadenas del capitalismo y liberar al pueblo y a la nación.
-Necesitamos, entonces, una ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL PUEBLO Y LOS TRABAJADORES, una OPT, que esté enraizada en los sindicatos y en las organizaciones sociales, en las luchas del pueblo y de los trabajadores, en todas las luchas que busquen un México libre y soberano, verdaderamente democrático, igualitario y justo, sin explotación del hombre por el hombre ni destrucción de la naturaleza.
¡ÚNETE A LA OPT!
“POR LA LIBERACIÓN NACIONAL Y LA EMANCIPACIÓN SOCIAL”
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